La gran epopeya del futbolista que nunca jugó un partido circula por Río de Janeiro de una y mil maneras. Esta es la historia de Carlos Henrique Raposo el futbolista de Botafogo, Flamengo o Fluminense que nunca llegó a pisar el campo. Dicen que decidió convertirse en futbolista cuando comprobó que las que chicas se volvían locas por ellos. Algo tuvo que ver la necesidad de buscarse la vida y escapar de la pobreza.
